miércoles, 2 de julio de 2014

¿Por qué ando en bici?

Andar en bici, para mí es independencia, es alegría, es felicidad, aparte lo que gasto es para la bici y no para un gimnasio donde se pedalea hacia la nada misma con otros edonistas que pedalean como un hámster en una ruedita. Ando en la calle desde los 13 años (1993), cuando una tía me regaló una mountain toda colorinche y fui desde Plaza y Triunvirato (Villa Urquiza) hasta mi casa en Núñez. Y a partir de eso, me iba a los Bosques de Palermo o al Hipódromo de San Isidro o cuando no exisitía el Tren de la Costa.
Hubo momentos en los que no quería la bici cuando vivía en Mar del Plata, porque tenía una Zanella pero entendí que la bici era más linda y que solía irme desde el Faro (donde vivía) a Independencia y La Rioja, a la biblioteca marplantense como para citar un ejemplo.
Luego, volví a Bs As y viviendo en Ituzaingó me iba en una playera a Once (que tardaba muchísimo) o hacía pedalear a mi perro "Patoño", que lo hacía correr 20 o 30 kms pero llegaba, tomaba agua y chumbaba a las bicis y motos como si nunca hubiera salido.
En el 2002 conseguí trabajo como mensajero, pero no hacía 10 cuadras sino que salía de San Telmo, me iba a Flores a buscar las cartas y de ahi a pedalear por el mundo, como una vez que hice Flores-Mataderos-Munro-Centro-San Telmo y yo feliz. Todo esto en una playera prestada hasta que mi viejo me regaló una mountain que la tuve conmigo hasta Navidad del 2012. Con esa bici tuve grandes aventuras como entrar de visitante a una cancha en el Nacional B.
Pero nuestra relación se terminó el 24 de diciembre, cuando me cansé de arreglarla, que se viva rompiendo y cambié a la bici que tengo ahora que me cambió la vida al ser más liviana, mejor calidad y pude expandir más mi territorio ciclístico (como se ve en varios posteos).

En el 2011 fui a Canadá y antes que nada, antes de ir, lo primero que dije fue: "conseguime una bici". La experiencia de pedalear en Ontario fue mágica, porque era respetado y las bicisendas (Ends allá) están bien hechas. Claro, es un trabajo que se viene haciendo de los ´70, no como acá que de un día para el otro lo impusieron pero mal trazadas y mal hechas.
Ando en bici porque me gusta, me fascina, porque hago deporte y me muevo por donde quiero. No sé manejar, nunca me enseñaron y nunca quise aprender porque no me gusta pero no me junto con la "fanaticada radical" ni hago carne de la frase "una bici más, un auto menos", eso es de hipócrita porque después si necesitan subirse a un auto lo harán.
Por eso, a mi me gusta la soledad que me da la bici y que es solamente mía, porque es mi momento.


Con ella, en pleno "romance" en Brandsen.

No hay comentarios:

Publicar un comentario